- Quien suspira, su pesar alivia.
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Alaba el desahogo que procura esta reacción ante un dolor. Así lo pensaba el<< Gaitero de Gijón,>> de Campoamor, cuando, instantes después de haber enterrado a su madre, tocaba su gaita en el campo de la fiesta: «¡Madre mía, madre mía! / ¡Cuánto alivia el suspirar!».
Diccionario de dichos y refranes. 2000.